Este hotel se encuentra en Foz do Iguazu, una ciudad al suroeste de Paraná, en la frontera con Paraguay y Argentina. A unos 25 km del centro se están las cascadas de Iguazu, un destino turístico muy popular. Este hotel urbano está completamente climatizado y dispone de un hall de entrada, una ti...
Este hotel se encuentra en Foz do Iguazu, una ciudad al suroeste de Paraná, en la frontera con Paraguay y Argentina. A unos 25 km del centro se están las cascadas de Iguazu, un destino turístico muy popular. Este hotel urbano está completamente climatizado y dispone de un hall de entrada, una tienda de recuerdos, una sala de juegos y una sala de estar con televisión. Entre otras instalaciones, podrá encontrar un bar, una cafetería y un restaurante. Además, aquellos que viajen por negocios tienen a su disposición instalaciones para celebrar seminarios y conferencias. El servicio de habitaciones y el aparcamiento completan todas estas prestaciones. Las elegantes habitaciones disponen de un cuarto de baño. Además, están equipadas con un teléfono de lÃÂnea directa, conexión a Internet, aire acondicionado, radio, minibar y televisión. En el recinto exterior hay una piscina.
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Entre todos los paisajes acuáticos del mundo, no encontrarás ninguno tan sobrecogedor como el espectáculo natural de las Cataratas del Iguazú, formadas por un total de doscientas setenta y cinco prodigiosos saltos de agua. A tan solo unos kilómetros de la unión entre el río Iguazú y el Paraná, las cataratas del Iguazú son una visión que te dejará boquiabierto, por la fuerza de su caudal y por el extenso tamaño del conjunto. Estate preparado porque te mojarás seguro durante tu recorrido por el lado brasileño de las cataratas. Con una historia igual de cautivadora, el cambio geológico que dio lugar a las Cataratas del Iguazú tuvo lugar hace unos ciento cincuenta millones de años. Un terremoto que sacudió la corteza terrestre en todo el mundo formó un enorme cañón en la región de Iguazú. Este cañón, lleno de rocas escalonadas y afloramientos por los que fluye el gran río Iguazú dio como resultado las magníficas cataratas que conocemos en la actualidad. Con un flujo medio de diez millones de litros por segundo, la increíble velocidad del agua en las cascadas crea una enorme nube de agua pulverizada y provoca un sonido atronador. Te quedarás pasmado al ver la mayor de las cataratas, La Garganta del Diablo, con una impresionante altura de noventa metros. Durante la estación lluviosa, el caudal del río Iguazú aumenta, y el resultado es un espectáculo todavía más poderoso y fascinante. Sin duda una de las numerosas maravillas de la naturaleza, la combinación de un escenario increíble con toda la fuerza de las Cataratas del Iguazú es una experiencia te dejará sin aliento.